lunes, 13 de abril de 2009

Larissa Orellana





Pasear por las imágenes de los poemas de Larissa es contemplar el tulipán azul, como metáfora de esperanza e igualdad de flores que no se beban la luz solar y corazones de plumas, tan libres como los sueños. Su voz es un alma generosa que busca un paisaje donde la gente no tenga que ocultar sus sentimientos o lo que son en realidad por exponerlos ante soles vacíos que suelen quemar la inocencia.

Para mí, hay grandes escritoras, pero Azul está por encima del cielo, sabe llegar a la esencia de las cosas con sencillez y eso no todos los escritores, por bien que escriban, lo pueden conseguir. Larissa es poeta de nacimiento, lo tiene en la piel y lo muestra a través de una voz bella y transparente, tiene una mano que te toca el alma cuando libera sus palabras con una ternura como de otro mundo.Más allá de que su voz es clara y definida, hay mucho potencial en su esencia de ángel y se desarrollará infinitamente. Ella transmite el amor como nadie porque esa es su voz, el Amor puro, en toda su extensión, una unidad... es inmenso lo que se ve cuando abre su corazón.


En palabras de otros autores:

"...
Mujer azul, te especializas en poemas que tocan el corazón...
Precisamente hoy, escuché una entrevista a una muy buena poeta argentina en la que habló de su poética como una muy ligada a la compasión. Por medio de su poesía, da voz a muchos seres que no pueden hacerlo, movida por ese sentimiento. Pienso que también lo haces tú en este tema como también otras personas que escriben, aunque no sean conscientes de ello.
¡Que siga siendo así! " (Lilian Hernández)



"La poesía de Larissa es fresca, dulce, como las flores, como las nubes, una oportunidad para encontrarse con la sencillez y abrazar el azul." (Lucero García)


“Soy apenas una semilla levantando sus hojas hacia el mundo.”

Larissa,”Corazón de vidrio”


"La obra de Larissa es un diamante facetándose. Sus versos son girasoles tras el sol de la poesía, buscando su hálito en las venas de cada metáfora construida, esa alquimia de arte y catarsis.

Cualquiera que busque el poema, puede no hallarlo a pesar de sus esfuerzos. Y aun si lograse encontrar sus estructuras, puede no habitarlo.

No es el caso de Larissa, que habita nítidamente en cada imagen de congoja, de pasión o de repudio entre sus letras, llevando la emoción en versos que explotan su luz en los ojos de sus lectores, filtrándose en sus latidos:

“Esta noche, tengo el corazón

como una olla hirviendo nostalgias.”

(“ Días de amor en el corazón de la noche”)

Su poesía jamás olvida un mañana. Consuela, la muestra vulnerable, expone en cada entrega a la mujer mujer que está, la mujer que Es, manifestándose con sabia inocencia.


Ciertamente, muchas más sorpresas habrán de deslizarse de los cuadernos de Larissa, de sus visiones poéticas y, a pesar de la tristeza, ninguna estará exenta de valor y de esperanza:

IV

“Llovemos ojos tristes
pero la herida es esa brújula
que nos devolverá al bosque
de nuestros sueños.”

(“Primavera Blanca”)"

Gracias, Larissa.

(Sabeli Ceballos Franco)


"Larissa… Mujer Azul

Es difícil encontrar las palabras más adecuadas que describan las maravillas del mundo. Azul es alguien que con su presencia logra iluminar aquellos días que parecen grises. Es capaz, a través de sus letras, de llegar a las fibras más recónditas de nuestro ser con palabras muy sencillas. Se abre paso y logra tocarnos el alma hasta el punto de sentir tan cerca su presencia, que no importa tiempo ni espacio, ella está allí cuando lees lo que escribe.
Azul como el cielo, inmenso y profundo. Profundidad en su ser, la inmensidad de su generosidad, su cordialidad y su afecto sin limites.
Azul como el mar, inspirador, inspiradora.
Azul Radiante. Azul de Sueños. Mujer Azul. Poeta, amiga… nadie como tú. Tú, Alma infinita, Alma Azul.
Larissa es el retrato vivo del Amor, la expresión del Amor Individualizado en una persona, es una escritora majestuosa que inspira respeto y admiración.
Larissa comprende todas las cosas maravillosas de la vida, todas las que tienen un valor incalculable. Ella misma tiene un valor incalculable. Alma Pura, Alma Azul.
Y aunque el cielo este nublado, ella jamás olvidará que detrás de esa cortina de nubes existe todavía un cielo como ella, grande, inmenso y muy especial… muy Azul. Así Larissa, eres tú… un Cielo Azul."

Waldylei Yépez



"Larissa es una poeta que hace hablar a su corazón. Sin esfuerzo consigue con lo que otros no logran jamás: desprenderse de los "intermediarios" que a la hora de escribir interfieren en el sentimiento, asumiendo la forma de caireles opacadores de la palabra. Su verso viene al lector directamente desde las honduras de un alma transparente, de niña-mujer, pero no por eso infantil ni inmadura, sino reveladora de un enorme caudal de experiencia en su frágil humanidad.

Una mujer que sabe traspasar al lector con metáforas ricas y que, no obstante ello, hienden el sentimiento con una naturalidad como si uno las hubiera "sabido" desde siempre y un ángel redentor de la poesía nos viniera a decirlas en el oído.

Se allana en la observación de la vida al decirnos en su Luna de miel en todos los paisajes, que qué nos hace pensar "Que no es posible sentarse/a degustar frutas maduras/en una mesa con candelas/encendidas bajo otra luna/de miel" reivindicando con suavidad de duende y profundidad de filósofa, el amor de muchos años, que se puede vivir plenamente aún cuando ha macerado en los odres de la vida, y quizás, como el buen vino, añejo sabe mejor.Una mujer que se pronuncia abiertamente por la vida, cuando nos habla de "niños invisibles", de "pequeños ángeles borrados", cuyo destino la lastima.Su verso libre es libre con alas, responsablemente atado al sentimiento, jugoso y manso. Su poesía -hecha de pureza y espontaneidad- llama al niño que todos llevamos dentro, y le reclama al adulto que somos un momento de reposo para volver al fondo de sí mismo. Y lo hace con una voz que día a día se define, va adquiriendo un "color" personalísimo. Esa voz, que pertenece a una muchacha de poco más de veinte años, tiene un enorme potencial para crecer hasta alturas insospechadas. Seguramente lo veremos." (Rafaela Pinto)

Larissa sabe conjugar el lenguaje metafórico con la coloquialidad con maestría. Sus poemas son la perfecta cátedra de cómo renovar las imágenes, de cómo no rendirse, son el impulso para quienes supieron encontrarse en su poética y quedar conmocionados con sus mensajes a la naturaleza, al amor, a encontrar lo positivo en nosotros mismos.

Leerla es reencontrarnos con nuestros ideales y a las razones por las que debemos hacerlos trascender de las palabras hasta que sean tan libres como las alas de un pájaro. Las imágenes de sus versos compendian no sólo a la idea literal del mundo, sino más bien a los mundos interiores y establecer un puente que conecte todas las distancias, su poesía es una semilla para dejar atrás el egoísmo e inacción de la gente.Sentir su poesía es encontrar mapas hacia la verdad, la lucidez, la esperanza y el redescubrimiento del cisne que habita en los idealistas y soñadores. Siempre hay una guerrera dulce salvando el mundo con su corazón de ángel.


Daniel



Más allá de la poesía, Larissa es una persona estable, maravillosa, ha regresado a su corazón, sus padres y hermanos son personas elegantes, puentes y abrazos de confianza hacia su hermoso corazón de ángel, que están muy cerca de ella. Su madre en especial es una rosa noble que la abraza a pesar de las lluvias y un collar de sentimientos que no ignoran sus heridas, las curan con el pañuelito celeste del amor de familia. Verlas juntas es reconocer que el amor puro existe "desde la memoria sin bordes" de un paisaje donde una ángel hizo nacer el cielo de los ojos más lindos del mundo. Ambas rescatan sus sueños de lo efímero con pájaros de viento que saben que las tormentas son pasajeras y que los lirios de sus corazones serán siempre lo perdurable.